Esta es la primera colaboracion externa al blog Escrito por Ama Lea una reflexión bastante interesante sobre los procesos psicológicos, y cognitivos ke surgen cuando el dolor es aplicado como un medio de placer y conocimiento interior
En mis reflexiones sobre el tema placer y dolor no he encontrado una explicación que represente lo que siento. Asi, curiosa y con ansias de encontrarme empecé a buscar mis motivaciones y sensaciones al causar dolor y luego en el afuera el origen de esa dupla adictiva.
Por que será que aprendemos mas desde el sufrimiento que desde la felicidad? por que crecemos y maduramos a través del ensayo y error ?
Está en nuestra naturaleza sin dudas, somos animalitos en aprendizaje, disciplinando nuestros instintos, creando conductas y reflejos automatizados.
Y ahí me vino una chispa de iluminación. Recordando las experiencias de Pavlov con los perros que salivaban ante el sonido de la campana que anticipaba la llegada de su comida, comencé a reprogramar a mi “perrito”.
Mezclo las prácticas dolorosas con una dosis abundante de mimos, asé es que mientras coloco agujas en sus pezones, lo lamo y beso con absoluta pasión. El estimulo positivo, la recompensa placentera, puede mas que el temor a las agujas y mi sumiso se excita en un mar de sensaciones contradictorias.
No siento placer causando dolor, me da placer ver a mi sumiso entregado, aceptando el dolor como parte de su adiestramiento, la idea es fortalecerlo, templar su carácter y reprogramar en él que lo bueno, lo malo, lo lindo y lo feo puede ser lo que se nos de la gana.
Me siento plenamente satisfecha aplicando toda mi creatividad en el y explorando al máximo sus posibilidades.
Cuando la reprogramación es correcta, simplemente ver una aguja lo excita porque trae a su mente en milésimas de segundos, imágenes, sensaciones, caricias que le recuerdan a quien pertenece. Sabe que su cuerpo responde a mí.
Así se va forjando un mundo paralelo en donde los objetos comunes usados en las practicas adquieren un significado nuevo para mi sumiso. Son más opciones para un objeto común, mas sensaciones y significados para un ser humano especial.
Y dentro de mi verdadera intención del uso de la dupla placer/dolor encontré el SHU GEN DO. Es una disciplina oriental cuya finalidad es el enfrentamiento de las limitaciones y temores personales que surgen al encontrarnos en condiciones naturalmente hostiles. Se utilizaba para entrenar a los Ninjas y Samurai dada su versatilidad como guerreros fortalecían su naturaleza emocional e intuitiva. El aspirante se concentraba en aspectos muy profundos para alcanzar un mejor control de si mismo y proyectar ese temple de carácter estable en los demás.
Con la práctica del shu gen do, el iniciado se sobrepone a la adversidad, entra en armonía con ella y como ejemplos están las marchas sobre el fuego y las meditaciones bajo agua helada. No es una religión ni un arte marcial, sino una forma de aproximarse a la iluminación a través de la exposición repetitiva a situaciones que causan rechazo natural, superando el temor y el dolor. El iniciado en shu gen do sabe que es un método de adiestramiento que usa la voluntad personal como pilar fundamental para lograr un sacrificado sendero de perfección que abra su mente a experiencias mas intensas, entregándose a trascender de un modo superior a lo conocido.
Así que como conclusión no descubrí nada nuevo, el pacer y el dolor están ligados a cada uno de nosotros y sólo de nosotros depende la dimensión y el significado que le damos.
Que interesante punto de vista del dolor y placer y al leerlo solo ratifica lo que el dueño de este Blog recomienda a las mujeres que buscan un Amo. Quien se merezca tal honor es por que sabe lo que está haciendo, te respeta y quiere sacar lo mejor de ti.
Llegar a tus límites debe hacerte crecer, encontrarte, si te da placer dejarte ese sabor de boca que te construye y no un remordimiento o un temor que haga lo contrario. No se trata de quebrar a la persona si no de templarla como propones.
Dama