Mas que una entrada es un desahogo emocional BDSMero, primero les cuento el Background, yo soy una persona ... mmm extraña como cualquiera ja y dentro de mis códigos BDSM jamás, JAMAS le he dicho, o le diré a una prospecto "¿quieres sesionar? ¿quieres ser mi sumisa?" simplemente comienzo a tejer mis telarañas hasta que un dia puff sienten las esposas cerrarse en sus muñecas y ya no hay vuelta atrás, pero considero que no es un código auto impuesto creo que es mas bien como un prejuicio (tontamente generado) pero que mas da.

En mi mundo bizarro creo que un Amo, un Verdadero Amo jamás debe pedir permiso, por supuesto esto no significa que deba abusar, al contrario el amo debe ser lo suficientemente habil para que la sumisa caiga en su red y le pida, le ruegue adentrarla a ese mundo. Es como un juego de poder, e ingenuamente siento que me eleva sobre los amos que dicen:¿te gustaría sesionar conmigo? porque ponen la posibilidad de ser rechazados y un amo rechazado es lo mas humillante que mi cabeza puede concebir... claro no digo bajo ningún concepto que esto sea valido, es mi forma tal vez absurda de jugar con las sumisas, respeto mucho a esos amos que apuestan aun con posibilidades de perder y en eso se basa mi post.

hubo una sumi, verdaderamente hermosa, totalmente bella, solo la conoci en virtual, y ya saben comencé a preparar todo el escenario y de pronto Pff ya tiene amo, alguien que no tenia el mismo código de conducta que yo le dijo Si y ahora solo me puedo enterar de su sumisión .... por cierto primeriza a través de otros ja !!

en la vida habia tenido un sentimiento de envidia puedo jactarme que he tenido sumis o compañeras de juego que serian la envidia de cualquiera pero esta vez si me falló, y me puse a pensar que no cabe duda que hasta en un mundo tan abierto como puede ser el BDSM puede haber tropiezos gracias a los prejuicios.